UNA TRISTE REALIDAD DE LA GESTIÓN
EDUCATIVA ACTUAL
“El Profesor trabaja según
lo que el pagan” (Arratia María, 2015).
Hoy en día, un aspecto del
más elevado interés en el ámbito de la educación está relacionado con la calidad
y la gestión, la autora Arratia en su análisis critica la gestión centralizada
del sistema educativo que sólo emite instructivos, porque no responde a la
diversidad local de las comunidades, tampoco existe la integración entre
comunidad y escuela, los padres de familia envían a sus hijos para que el día
de mañana tengan una vida mejor, ellos no participan en las problemáticas o
necesidades que tiene la educación, si se reúnen es únicamente para ver el
avance de sus hijos, poco o nada les interesa la parte administrativa y
pedagógica, para ellos lo único que importa es valorar el producto final y no
el proceso.
Un buen clima
institucional debe contar con buenas relaciones humanas, con una administración
horizontal e integral, de manera que todos los miembros se queden satisfechos y
comprometidos con las gestiones que se realizan en bien de la educación. Pero
existen algunas falencias como, cuando un docente llega a asumir cargos
jerárquicos, prácticamente se olvida de que algún día también fue docente de
aula, asumen de que este paso que dan es y será eterno, realizan gestiones de
perseguimiento y no de seguimiento, demuestran un exceso de administración
vertical, claro que esta situación tiene una raíz muy profunda, partamos desde
como son elegidos nuestras autoridades.
Si bien la convocatoria es
lanzada por las instancias superiores, todos participamos de ella sin
discriminación alguna, entre ellos están personas jóvenes y adultas por
supuesto de ambos sexos, todos afrontan con o sin experiencia, una vez remitido
las aprobaciones, todos se preparan para la calificación de méritos, pero son
pocos los que tiene esa inclinación al liderazgo de una Institución Educativa.
En la calificación de
méritos se demuestra la falta de transparencia, si bien existe la Ley de
transparencia pero nadie acata, siempre queremos esquivar de alguna manera
cualquier anomalía que se presenta.
Los proyectos educativos
que se presentan en las calificaciones para obtener cargos jerárquicos algunos
son muy buenos, pero queda en la nada cuando ya se asume el cargo. Un director
siempre estará con los reglamentos, circulares e instructivos, muchos de ellos
se lanzan de manera improvisada, a destiempo, lo único que les interesa es su
fiel cumplimiento, aquí no interesa si el docente ha previsto o está en
coordinación con la comunidad, es una total burocracia administrativa, creen
tener siempre la razón, no reconocen sus errores, así como se nuestra estas
falencias también existen administrativos de otro tipo de carácter son más
entregados a su gestión administrativa y pedagógica.
A mi manera de pensar si
queremos tener una buena gestión administrativa tenemos que contar con personal
calificado, realizar gestiones para que nuestro personal este en constante
actualización con el modelo educativo, un buen clima institucional se realizará
cuando estemos consientes y comprometidos con nuestra educación, necesitamos de
aprendizajes compartidos (valores personales), igualdad de derechos y
responsabilidades (entre mujeres y varones, con las mismas oportunidades), la
co-responsabilidad de las familias (crítica constructiva), la interculturalidad
(respeto a nuestra y a las diferentes culturas), apoyo a estudiantes con
características especiales, vivir en armonía con la naturaleza, lograr en los
estudiantes una educación activa con respeto a la libertad, donde se demuestre
verdaderamente el equipo educativo al cual todos pertenecemos sin ningún tipo
de limite.