martes, 28 de marzo de 2017

UNA TRISTE REALIDAD DE LA GESTION EDUCATIVA ACTUAL



UNA TRISTE REALIDAD DE LA GESTIÓN EDUCATIVA ACTUAL
“El Profesor trabaja según lo que el pagan” (Arratia María, 2015).
Hoy en día, un aspecto del más elevado interés en el ámbito de la educación está relacionado con la calidad y la gestión, la autora Arratia en su análisis critica la gestión centralizada del sistema educativo que sólo emite instructivos, porque no responde a la diversidad local de las comunidades, tampoco existe la integración entre comunidad y escuela, los padres de familia envían a sus hijos para que el día de mañana tengan una vida mejor, ellos no participan en las problemáticas o necesidades que tiene la educación, si se reúnen es únicamente para ver el avance de sus hijos, poco o nada les interesa la parte administrativa y pedagógica, para ellos lo único que importa es valorar el producto final y no el proceso.
Un buen clima institucional debe contar con buenas relaciones humanas, con una administración horizontal e integral, de manera que todos los miembros se queden satisfechos y comprometidos con las gestiones que se realizan en bien de la educación. Pero existen algunas falencias como, cuando un docente llega a asumir cargos jerárquicos, prácticamente se olvida de que algún día también fue docente de aula, asumen de que este paso que dan es y será eterno, realizan gestiones de perseguimiento y no de seguimiento, demuestran un exceso de administración vertical, claro que esta situación tiene una raíz muy profunda, partamos desde como son elegidos nuestras autoridades.
Si bien la convocatoria es lanzada por las instancias superiores, todos participamos de ella sin discriminación alguna, entre ellos están personas jóvenes y adultas por supuesto de ambos sexos, todos afrontan con o sin experiencia, una vez remitido las aprobaciones, todos se preparan para la calificación de méritos, pero son pocos los que tiene esa inclinación al liderazgo de una Institución Educativa.
En la calificación de méritos se demuestra la falta de transparencia, si bien existe la Ley de transparencia pero nadie acata, siempre queremos esquivar de alguna manera cualquier anomalía que se presenta.
Los proyectos educativos que se presentan en las calificaciones para obtener cargos jerárquicos algunos son muy buenos, pero queda en la nada cuando ya se asume el cargo. Un director siempre estará con los reglamentos, circulares e instructivos, muchos de ellos se lanzan de manera improvisada, a destiempo, lo único que les interesa es su fiel cumplimiento, aquí no interesa si el docente ha previsto o está en coordinación con la comunidad, es una total burocracia administrativa, creen tener siempre la razón, no reconocen sus errores, así como se nuestra estas falencias también existen administrativos de otro tipo de carácter son más entregados a su gestión administrativa y pedagógica.
A mi manera de pensar si queremos tener una buena gestión administrativa tenemos que contar con personal calificado, realizar gestiones para que nuestro personal este en constante actualización con el modelo educativo, un buen clima institucional se realizará cuando estemos consientes y comprometidos con nuestra educación, necesitamos de aprendizajes compartidos (valores personales), igualdad de derechos y responsabilidades (entre mujeres y varones, con las mismas oportunidades), la co-responsabilidad de las familias (crítica constructiva), la interculturalidad (respeto a nuestra y a las diferentes culturas), apoyo a estudiantes con características especiales, vivir en armonía con la naturaleza, lograr en los estudiantes una educación activa con respeto a la libertad, donde se demuestre verdaderamente el equipo educativo al cual todos pertenecemos sin ningún tipo de limite.

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